Lo que debes saber sobre el Mieloma Múltiple
El Mieloma Múltiple se trata de un tipo de cáncer que se origina en la médula ósea en respuesta a una producción anormal de células plasmáticas.
Las células plasmáticas son los glóbulos blancos que producen anticuerpos y nos protegen de diferentes infecciones.
Sin embargo, debido a esta proliferación anormal, las células plasmáticas comienzan a desplazar a las células normales, que producen los glóbulos rojos y las plaquetas.
¿Quién puede contraer este padecimiento?
Aunque no existen causas determinantes que se asocien de manera directa con la enfermedad, hay factores que pueden aumentar el riesgo de contraerla:
Personas de sexo masculino.
Tener más de 65 años.
Antecedentes familiares de Mieloma Múltiple.
Síntomas y diagnóstico.
En la mayoría de los casos la enfermedad no presenta ningún síntoma y se detecta al realizar estudios por algún otro padecimiento.
Sin embargo algunas personas pueden presentar:
Problemas con los huesos (dolor, debilidad, facilidad de fracturas).
Problemas renales.
Pérdida de peso sin motivos.
Niveles elevados de calcio en la sangre.
Compresión de la médula espinal.
Debido a que la mayoría de los casos se presentan sin síntomas, el Mieloma Múltiple se diagnostica mediante pruebas de laboratorio (análisis de proteínas en la sangre y en la orina), biopsia de médula ósea para confirmar la existencia células plasmáticas anormales, así como radiografías.
Si los resultados de las pruebas indican la presencia de Mieloma Múltiple, el médico utilizará la información obtenida a partir de las pruebas de diagnóstico para determinar el estadio en que se encuentra la enfermedad.
Tratamiento.
Hasta el día de hoy esta enfermedad se considera incurable, sin embargo, existen algunas técnicas que ayudan a aliviar el dolor de los pacientes y evitan que la enfermedad siga avanzando como son: trasplante de células madre, radioterapia y fármacos.
En algunas ocasiones los pacientes reaccionan favorablemente al tratamiento, y pueden no tener recaídas durante varios años, además de lograr llevar una vida prácticamente normal, sin dejar de lado la alimentación, así como los cuidados necesarios para evitar cualquier tipo de infección.
